sábado, 6 de agosto de 2011

El final de un viaje

"...Esto es el El Salvador. Un país donde la mayoría de las familias están desestructuradas, donde el padre está trabajando fuera en otro país y donde la madre o la abuela no pueden hacer frente a la educacion de los nietos y terminan enrolados en las maras. Un país violento de herencia, con una guerra civil aun muy reciente y las heridas bien abiertas, donde la violencia está a la orden del día. Un país donde hay graves problemas de narcotrafico y de trafico de gente hacia EEUU. Un país donde hay gente que no tiene para vivir mas que los 50 dolares que les da el estado al mes y donde una niña va con una sandalias desgastadas y un ipod en la mano. Un país contaminado y deforestado, donde la gente concienciada de su propio futuro trata de mantener los recursos. Un país donde no hay propiedad de la tierra, donde la gente vive donde puede y es arrasada por las tormentas y terremotos. Un país donde la gente apenas tiene que comer mas que maíz, pero tienen una television plana que ocupa media pared.

Contrastes continuos,¿verdad? Las remesas y la mala cooperación
están creando cada día aun mas diferencias, de las que no salvan así como así. Así han sido dos meses, muy resumidos al final. Dos meses de aprendizaje, recibiendo bofetadas de realidad día tras día, escuchando las lecciones de humanidad que cada día nos brindaban las personas con las que trabajamos y con las que estuvimos compartiendo cada uno de los momentos.

Porque allí todo es así, mas sencillo, mas humano, mas real. Los colores son más vivos, la gente es mas autentica(el malo es malo y el bueno es bueno,sin medias tintas ni escondidas). Cambias tu forma de mirar todo, descubres la belleza en las pequeñas cosas y desechas todo lo artificial, todo eso que no necesitamos pero nos obligamos a aferrarnos. El salto de un mundo a otro es brutal, cualquiera que haya estado fuera y haya vuelto lo habrá comprobado. No te deja indiferente...y me alegro por ello."

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