Tengo la suerte de poder visitar diferentes áreas del distrito mientras realizo mi trabajo, analizando la problemática que hay por el agua y sus diferentes usos. Esta semana anduve por el sur de las montañas Pare y al este en una zona massai. Los contrastes con las zonas anteriores son muy grandes, sobre todo en las zonas massai donde parece por momentos que vayas andando por una playa sin dunas.
El primero de los días me llevé una gran alegría al encontrarme con gente concienciada y seriamente preocupada por la degradación ambiental que les rodea y por los efectos del cambio climático en su nivel local. Por un par de horas me sentí emocionada y útil,mientras debatíamos posibles soluciones frente a sus problemas y me explicaban las medidas que estaban adoptando ya. Por intercambios así todo esto merece la pena.
Y el segundo día tuve la suerte de contar con un guía massai muy especial, Jeremiah,que ha montado una pequeña ONG para trabajar por el desarrollo de su pueblo. Gracias a él pude conocer más de cerca la cultura massai, mientras contestaba a todas las preguntas que se me ocurrían.
Un hombre massai puede casarse con tantas mujeres como pueda sostener, todas se construyen su propia casa y se disponen alrededor de un círculo.Es el hombre el que se va moviendo de casa, y los niños se mandan con otra mama para tener intimidad. Deben casarse con personas de otra familia,pero dentro del mismo pueblo. Para ello los dos padres hablan y llegan a un acuerdo antes de dar el visto bueno a la unión. En su mayoría son pastores, aunque algunos también tienen sus pequeños cultivos...y más y más detalles,de los lugares y sus gente, que hicieron de aquella maratón de día una experiencia más que buena.
Algún detalle fotográfico:
https://picasaweb.google.com/100160468554735670253/10DeSeptiembreDe201102#slideshow/5650631479671856722
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